jueves, 16 de septiembre de 2010

Para oscurecer de pronto


Prométeme murciélagos,
yo te prometo la noche,
la oscuridad contemplada en un
vaso de cielo mitad nubes blancas,
mitad luz friolenta y mitad lluvia oscura.
Si te he prometido la noche
no sientas temor si las alas del
sol cobran vida y se marchan allá donde
emigran las sombras.
He seguido por siglos los sueños fugaces
montado en estrellas.
Cumpliré a mi promesa,
cumpliré a mi promesa así deba
arrancar con mis manos la
entera ciudad y esconderla en
un copo de nieve a merced
de las rosas.

© Fausto Vonbonek