jueves, 27 de agosto de 2009

Pulchra leonina


Catedral de León (España): majestuosidad emergiendo en las sombras.

miércoles, 13 de mayo de 2009

¡Basta...!



¡ Basta ¡...
Hoy destruyo mis viejos andamios
plegándome al sismo de mis convicciones.
Lloraré todas mis iras,
reiré todos mis miedos,
me despojaré de manteles gastados y
la última miseria, entre olvidos, cosecharé.

¡ Basta ¡...
Arrancaré uno a uno los ojos insensibles,
brotarán miradas sin nieblas ni desdenes.
Quiero el bautismo de inmensos ladrones ,
ser de papel, de incienso, de humo.
Descubrirme acróbata de mis fortalezas,
libélula de mis tormentas, de mis truenos y relámpagos,
paraíso entre todos mis infiernos.

¡ Basta ¡...
Hurgaré la tierra con mis narices,
con mis palmas, con mis plantas,
me llenaré de atmósfera, seré astro, luna,
despojo cósmico.
Aplaudiré la astucia de crecer entre cáliz y sacramentos,
pernoctaré bajo amaneceres estrellados y
noches de sol.

¡ Basta ¡...
Me voy de mí, huyo de mí,
naufragar en el horizonte,
dejarme ser tuna, lienzo, caracol, nada.
Hoy solo ser hoy,
que las mañanas sean siempre ahora.
Desplegar mis barrotes,
arrancar los quejidos que nunca duelen,
ir a todos los fondos para encontrar mi superficie.

¡ Basta, basta de colgar amuletos!
Abrir la puerta, embriagarme de viento, de polvo, de escarcha,
ser ínfimo desde los gigantes que me invento,
tener en mi piel el moho que denuncie vivencias
y perecer de ganas, de gloria, de instinto.
Me crecerán columnas de indiferentes mausoleos.
Deslizándome entre mis espacios, sabré que la muerte espera:
no acudiré a la cita, iré a buscar a la blanca dama.



(C) Gustavo Tisocco
En Entre soles y sombras
Voz: Orlando Carrafiello
Del cd "Intersecciones"




viernes, 8 de mayo de 2009

Solamente una tarde soñaremos sin rumbo




                                                                         Fue dura la verdad como un arado.
                                                                                                        Pablo Neruda


SOLAMENTE una tarde soñaremos sin rumbo,
aunque soñar es fácil desde vuestra ternura.
Yo también quise ser y alcanzar tantas cosas
como vosotros mismos,
pero al final me tumbo a la sombra del hombre,
a la engañosa sombra de la vida.

Vengo del Norte
y canto la nostalgia de un verano que acaba,
de un pañuelo que dice adiós al horizonte,
de unos ojos que lloran cuando parten los barcos.
Por mi casa pasaban, al rayar la mañana,
pescadores morenos como la idolatría,
hombres con más salitre que el egoísmo del océano.

Soy recuerdo y soy faro
y soy costa que espera vuestros ágiles remos,
vuestro asomo de muelle, vuestra mirada libre.

Aquí merendaremos como en los viejos tiempos,
recordando las hembras que conocimos lejos
y perdieron su fe por el amor de un día.
Beberemos hasta que no sepamos la causa de la noche,
hasta que nos apene nuestro ser miserable
y escupamos el miedo que llevamos a cuestas.

Es muy fácil soñar lo que nunca seremos,
lo que, a pesar de todo, hemos perdido.
Pero es corto el camino, duro como el arado.

© Aurelio González Ovies
Accésit Premio Adonáis de Poesía en 1992.


sábado, 21 de marzo de 2009

Yo también masticaba la cal de las paredes



Yo también masticaba la cal de las paredes
en las tardes de agosto
y creía que sólo se moría en invierno
y no entendía por qué cada vuelta del mundo envejecía a mi madre.
Estuve enamorado de una araña grandísima que vivía en una grieta
de la puerta
y hacía competiciones de gusanos.
El cielo me parecía una carpa gigante
y cuando vi pasar los primeros aviones los ojos se me abrieron
como dos libertades.
Mi padre me enseñó a comprender el viento,
a predecir la lluvia en la piel de los árboles
y por eso he tenido siempre miedo al futuro.
De pequeño, además, yo quería ser gitano
para tener un burro, entre otras muchas cosas,
y caminar descalzo.
Pero la vida nunca acepta nuestros ruegos
y me gustó el latín no sé por qué motivo
y aquí estoy enseñando lo que a veces no entiendo.
¿Qué voy a decir yo de la palabra hombre?,
¿cómo puedo explicar que para que haya historia
hubo que desde siempre ir matando o muriendo?
Conseguí ser mayor y me quité estos vicios a pesar de mí mismo:
y me conformo y callo y voy tirando
y echo de menos mucho la araña de la grieta
y el olor de la cal me es como de familia.
Aprendí, como todos, a amar lo que no amo,
y a hacer, según la norma, lo que todos hacían.

© Aurelio González Ovies
Premio Hispanoamericano de Poesía Juan Ramón Jiménez en 1992. 
Voz: Luna
Realización: Catamaram
MMIX

domingo, 8 de febrero de 2009

15 días



Las grandes verdades de la vida. Haz que cada uno de los días de tu existencia sea tan especial como si fuera el último, todos los días, sin excepciones, son grandes días. ¿Por qué? Porque estás estás vivo. ¿No te parece suficiente motivo?

sábado, 31 de enero de 2009

Señalados

Programa cultural realizado por Juan Tizón y Sofía Castañón y emitidido por Teleasturias entre 2004 y 2006. A modo de regalo de Navidad, varios poetas y músicos asturianos ofrecieron un poco de su arte.


En este corte:
Aurelio González Ovies
Alfredo González
Carlos Iglesias
Exposición de poemas de Francisco Álvarez Velasco (música de Luis Felipe Barrio)



En este corte:
Toli Morilla
Jose Luis Sevillano
Pablo Moro



En este corte:
David González
Francisco Álvarez Pendás
Alberto García 



En este corte:
Héctor Gómez Navarro
Jerónimo Granda
Paco Velasco
Delagua